1. No es necesario ponerse ninguna vacuna, de hecho, harán que enferme.
Por alguna extraña razón, este continúa circulando, pero es indudablemente falso. Alguna gente cree que la mayoría de enfermedades graves se han erradicado, pero lo cierto es que solo la viruela ha desaparecido completamente. Las vacunas se prueban más a fondo que los antibióticos y los suplementos vitamínicos. No harán que enferme y son vitales para todo el mundo en diferentes etapas de la vida, especialmente para aquellos que viajan o se van a vivir fuera. Por ejemplo, las vacunas contra la gripe se recomiendan a todo el mundo como medida preventiva cada invierno, pero las de hepatitis solo suelen recomendarse a personas que vayan a viajar a zonas con alto riesgo de infección, mientras que las vacunas contra el herpes zóster se suelen administrar a personas mayores de 60 años. Consulte siempre con su médico de atención primaria cualquier duda que tenga acerca de las vacunas, sobre todo si tiene pensado viajar o irse a vivir al extranjero.
2. Las enfermedades cardiacas solo afectan a los ancianos y a las personas con sobrepeso
Este mito parece lógico, pero también es falso. Sí, una dieta sana y la práctica de ejercicio minimizan las posibilidades de padecer problemas de corazón, pero usted también podría verse afectado por un problema de este tipo, y algunos hábitos cotidianos pueden ayudarle a tener un corazón sano. Estar sano durante la infancia es un factor clave. Los estudios demuestran que los niños con un alto IMC, una presión sanguínea alta o un alto nivel de colesterol son más propensos a sufrir problemas de corazón de adulto. Algunos parámetros como el género (los hombres son más propensos a padecer cardiopatías que las mujeres) o problemas hereditarios pueden tener un efecto negativo, pero aplicando unos pequeños cambios en su estilo de vida puede reducir el riesgo de sufrir problemas de corazón. Practicar ejercicio al menos dos horas y media a la semana, revisar el estado de su corazón anualmente, controlar su nivel de colesterol, y comer mucha fruta, verdura y cereales integrales pueden marcar una diferencia considerable. Esté dónde esté, puede aplicar estos pequeños cambios con relativa facilidad y verdaderamente valdrá la pena.
3. Se puede entrenar para necesitar menos horas de sueño
Hoy en día, todos llevamos una vida muy ocupada. Entre la presión del trabajo, los niños, la vida social, la familia o todo a la vez, a algunos de nosotros nos cuesta conseguir dormir las horas necesarias. El mito muy popular es que uno se puede entrenar para necesitar menos horas de sueño, pero no es cierto. Ajustarse a su nueva vida de expatriado puede hacer que su horario sea frenético al principio, pero es sumamente importante asegurarse de que consigue dormir las horas necesarias. No puede manipular su cuerpo para necesitar menos horas de sueño. La gente que dice que es capaz de dormir solo cuatro horas por la noche no suele ser consciente de la falta de sueño que acusa. La privación del sueño puede provocar un aumento significativo de peso y muchos estudios demuestran que puede acarrear problemas serios para su salud tales como el cáncer. La solución es bien simple: haga ejercicio regularmente y mantenga un horario de sueño regular, que debe aproximarse a las ocho horas por noche. Respirar hondo, relajarse progresivamente e incluso practicar yoga son algunas de las opciones si tiene problemas para conciliar el sueño. Trasladarse a otro país puede ser estresante, así que dormir adecuadamente es más importante que nunca y puede convertirse en un aspecto vital para ayudarle a adaptarse a su nuevo entorno.